Autoestima en tiempos de Instagram: ¿Me gusta o me quiero?

Vivimos en una era donde un simple deslizamiento con el dedo nos expone a un desfile interminable de vidas aparentemente perfectas.

Sonrisas impecables, cuerpos de revista, desayunos perfectamente alineados con la dieta del momento… y ahí estamos nosotros, mirando la pantalla, comparando nuestra realidad con el highlight reel de los demás.

Si alguna vez te has sentido insuficiente después de ver una foto en Instagram, bienvenida al club de los humanos. Pero aquí viene la gran pregunta: ¿nos estamos valorando a través de un número de likes o realmente nos estamos queriendo?

El espejo de las redes: distorsionado y editado

La comparación en redes sociales es un campo minado para la autoestima. Lo que vemos no siempre es real: hay filtros, poses estratégicas, buena iluminación y, a veces, retoques que hacen que la piel, la cintura y

hasta la vida parezcan sacadas de una película.

  • Lo que ves: cuerpos «perfectos», vidas emocionantes, felicidad constante.
  • Lo que noves: ansiedad por encajar, inseguridades ocultas, momentos difíciles que nunca llegan a la pantalla.

Y sin darnos cuenta, empeza

mos a juzgarnos bajo estándares irreales. Lo que debería ser un espacio para conectar se convierte en un espejo deformante que alim

enta la autocrítica.

¿Cómo construimos una autoestima a prueba de filtros?

Si las redes están aquí para quedarse, toca aprender a vivir con ellas sin que nos hagan sentir menos. Aquí algunos pasos para fortalecer la autoestima en esta era digital:

  • Cuida a quién sigues: Si una cuenta te hace sentir mal contigomisma, no tienes que seguirla. Llena tu feed de inspiración real, diversidad y mensajes que te sumen.
  • Recuerda que las redes son un escaparate, no la realidad: Nadie publica su peor foto ni su día más aburrido. N
    o compares tu vida completa con un puñado de imágenes editadas.
  • Habla con más amabilidad contigo misma: ¿Te dirías a un amiga las cosas que te dices a ti cuando te miras al espejo?Empieza a tratarte con la misma compasión.
  • Invierte en tu bienestar fuera de la pantalla: La autoestima se construye en la vida real. Con hobbies, con amistades que te suman, con autocuidado y con acciones que refuercen tu valor más allá de la apariencia.
  • Publica sin miedo, pero sin presión: No necesitas la validación externa para existir. Comparte lo que te haga feliz, no lo que crees que tendrá más likes.

¿Me gusta o me quiero?

La validación externa es efímera, pero el amor propio es un proceso constante. En tiempos donde un corazón rojo en una foto parece definir nuestro valor, recordemos que el único «me gusta» que realmente importa es el que nos damos a nosotros mismos.

Si sientes que tu autoestima está en crisis y necesitas apoyo, aquí estamos para escucharte.

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